José Vicente Asuar (1933 - 2017)

Retrato de J.V. Asuar por Mika Martini, gentileza archivo Pueblo Nuevo Netlabel

Nacido en Santiago ingresa en 1952 al Conservatorio Nacional a estudiar composición con Jorge Urrutia Blondel. Un año antes había presentado al Festival de Música Chilena de 1951 la obra Canción del Muerto la que aunque fue rechazada, le motiva a iniciar estudios formales de composición musical. Al mismo tiempo realiza estudios de Ingeniería Civil en la Universidad Católica de Chile de la cual se titula en 1959.

El año 1958, lo encuentra preparando los equipos adecuados para la realización de su memoria de ingeniero titulada Generación Mecánica y Electrónica del Sonido Musical para la cual construiría los primeros equipos musicales electrónicos que ha tenido Chile. Esta memoria fue, además, durante años el único texto en idioma castellano donde se describían técnicamente los distintos tipos de generación electrónica del sonido, de los equipos necesarios para hacerlo y de cómo construirlos. De esta memoria es también resultado las Variaciones Espectrales (1959), primera obra electrónica compuesta en Chile, su estreno se realizó el 22 de Junio en el Teatro Antonio Varas durante los conciertos de cámara del Instituto de Extensión Musical.

La génesis de esta memoria de tema inusitado para una Facultad de Ingeniería, se encuentra en uno de los profesores de Asuar de aquella escuela que había escuchado un disco de demostración de música electrónica editado por la sociedad Phillips. Este quedó tan impresionado que propuso a la Facultad de Ingeniería la construcción de un estudio de música electrónica como tema de tesis para un estudiante. Asuar se ofrece inmediatamente para hacerlo y es aceptado. Esto ocurre a fines de 1957 [1].

La carrera musical de José Vicente Asuar es extensa y ha sido reconocido en diversas partes del mundo como parte de los pioneros de la música electroacústica. Junto a Gabriel Brnčić, no existe otro chileno con mayor presencia internacional en el terreno de la electroacústica y que haya trabajado en mayor cantidad de laboratorios de todo el mundo. Ya en el segundo semestre de 1959, Asuar, gracias a una beca del DAAD, parte a Alemania a profundizar sus estudios de música electrónica en la Hochschule für Musik de Berlín y en la Universidad Técnica de Berlin. Allí estudia con Boris Blacher y Siegfried Borries y aprovecha de asistir en 1960 a los cursos de Nueva Música en Daarmstadt donde conoce a Stockhausen, Berio, Maderna, Nono y Ligeti.

Gracias a una gestión de Meyer-Eppler, Asuar es contratado ese año para construir un laboratorio de música electrónica en la Badishe Hochschule für Musik de la ciudad de Karlsruhe. Aunque los medios que se le ofrecen son bastante paupérrimos («No había casi nada, salvo una gran sala y algunos instrumentos visiblemente extraídos de otros laboratorios»), logra salir adelante y compone allí el Preludio La Noche y otras dos obras electrónicas. De regreso a Chile en 1962 entra a trabajar como profesor de acústica a la Facultad de Ciencias y Artes Musicales de la Universidad de Chile. Entre 1962 y 1965, aparte de su labor docente, es invitado a varios seminarios sobre música electrónica en Argentina y Madrid.

En 1965 es contratado por la Comisión de Estudios Musicales del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes de Venezuela para que construya un estudio de música electroacústica para compositores latinoamericanos. Después de varios retrasos motivados por el deceso del director de esa Comisión, y su reemplazo por otro menos entusiasta en cuanto al proyecto, el estudio queda terminado en 1966, aunque la misma celeridad con que Asuar debió ocupar para construirlo fue empleada para comenzar a desmantelarlo. En Caracas, Asuar compone alguna de sus más bellas obras, entre ellas la Guararia Repano (1967) y la música para el espectáculo Imagen de Caracas. El que sería un gran espectáculo multimedia realizado con ocasión de la celebración de los 400 años de la fundación de Caracas. De esta obra extrae posteriormente Caleidoscopio y Catedral.

Nuevamente en Chile en 1968, se le encarga la creación de la carrera de Tecnología del Sonido en la Facultad de Artes y Ciencias Musicales de la Universidad de Chile en 1968, la que viene a coronar, aunque solo en parte y de modo un tanto alambicado, los esfuerzos realizados por los compositores chilenos en pos del deseado estudio de electroacústica. Al regreso de Asuar de Venezuela en 1968, se le propone por parte de la Decano de ésa época, Sra. Elisa Gayán, la creación de una carrera cuyo objetivo era la «formación del personal necesario para la operación tanto técnica como artística de los equipos de sonido que normalmente se encuentran en estudios de grabación, radio, cine, etc [2]». Durante todo ese año Asuar elabora los programas de estudio, establece una planta de profesores, encarga equipos y consigue otros. La perspectiva dada por Asuar a esta carrera, se resume en una formación científica y artística de los estudiantes, con la idea subyacente de establecer colaboraciones entre compositores y técnicos. O más aún, que estos mismos estudiantes tuvieran el bagaje musical mínimo para convertirse ellos, si lo deseaban, en creadores musicales. Esta perspectiva se ve reforzada al comprobar que una carrera como ésta es creada en el seno de una escuela de música y no en una de ingeniería, como habría sido normalmente. Lamentablemente esta colaboración creativa se produce contadas ocasiones.

Pero en conjunto con esta carrera, que es dotada de los equipos de grabación necesarios para su funcionamiento, Asuar emprende la creación de un Estudio de Fonología Musical para que «nuestra juventud tenga la oportunidad de conocer y trabajar con estos medios que, indudablemente, constituyen gran parte de lo contemporáneo en creación musical y que, además, tienen un gran campo de aplicación científica y desarrollo tecnológico [3]». Este estudio no verá jamás la luz en la forma y dimensiones en que lo proyectaba su creador, pero en 1972 recibirá al menos un par de sintetizadores: un Arp 2600 y un Mini Moog, así como algunas grabadoras de carrete, con los cuales al menos dos generaciones de compositores crearán obras electroacústicas en el marco de la carrera de composición, dirigidos por Asuar en un principio y por Juan Amenábar después.

Ya en 1969 comienza a interesarse por las aplicaciones de computadores en la creación musical. Para ello comienza a estudiar en forma autodidacta análisis de sistemas, programación, y todo lo referente al computador. En 1970 realiza la primera aplicación práctica de la computación a la música: junto a un grupo de estudiantes de la carrera de Tecnología del Sonido programan al computador IBM 360, perteneciente al centro de computación de la Universidad de Chile, de modo que este realize la partitura de una obra para orquesta: Formas I. La cual fue interpretada por la Orquesta Sinfónica en Diciembre de 1971.

J. V. Asuar, Gabriel Brncic, José Miguel Candela y Alejandro Albornoz. Foto de Federico Schumacher.

Varias obras de Asuar obtienen importantes premios internacionales, entre ellas la Guararia Repano (Bourges, 1975) y Divertimento (Darthmoundt Arts Council, EE.UU.). Producto de ello y de su valía internacional es que es regularmente invitado a componer música en diferentes estudios de música electroacústica de importancia mundial. Es así que durante el año de 1971 Asuar viaja a los Estados Unidos gracias a una beca Fulbright y a que había ganado el primer premio de un concurso de música electroacústica organizado por el Darthmound Arts Council. Durante esta estadía se dedica esencialmente a profundizar sus conocimientos en la realización de música con computadores cuyo primer resultado ya hemos visto algunas páginas atrás. Durante su permanencia en la sede de Buffalo de la Universidad de Nueva York, compone una obra (Buffalo ’71) pero principalmente, desarrolla un método para controlar instrumentos electrónicos por medio de un computador.

De regreso de esta residencia, emprende un nuevo proyecto de investigación consistente en controlar el sintetizador existente en el Laboratorio de Fonología Musical de la Facultad de Artes por medio de un computador. Este proyecto dará al fin por resultado el disco El Computador Virtuoso, tal vez el más conocido por el gran público de los trabajos de Asuar.

Para este proyecto nuevamente Asuar convoca al «Grupo de Investigaciones en Tecnología del Sonido» conformado esta vez por el estudiante en Tecnología del Sonido Víctor Rivera, quien tuvo a cargo la realización de los dispositivos y sistemas, y por Cristian Vergara, alumno de composición, quien participó en la determinación del detalle estilístico de alguna de las piezas del disco. El Hardware utilizado fue un computador del tipo PDR-8, existente en el Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile y el sintetizador ARP, ya mencionado, que no cuenta con ningún tipo de interfase de control manual, como un teclado. A lo anterior debe agregarse un módulo de conversión digital analógico construido para la ocasión necesario para transformar los impulsos digitales en voltaje, que es el que en definitiva traduce las instrucciones del computador en un «lenguaje» comprensible para el sintetizador.

Foto de Federico Schumacher.

El objetivo entonces de este proyecto, «bastante original no sólo en Chile sino en el mundo» como nos lo recuerda el mismo Asuar [4], permite suplir no solamente la falta de un teclado, sino lo que es especialmente interesante, permite investigar nuevas formas de ejecución imposibles de ser realizadas por ejecutantes humanos y abre un camino hacia la obtención de nuevas articulaciones y sonoridades más allá de la técnica instrumental y de la música electrónica tradicional [5]. A lo anterior me gustaría agregar algo que en el momento que Asuar escribía esas líneas no podía prever, o tal vez sí, y es que en este proyecto está la simiente de lo que alrededor de diez años más tarde sería la norma MIDI, es decir, la posibilidad de controlar uno o más aparatos electrónico-musicales desde un tercero. Ciertamente estamos aún lejos de establecer una comunicación entre dos aparatos digitales, pero el espíritu es el mismo y alguno de los caminos tecnológicos emprendidos por el Grupo de Investigaciones son absolutamente coincidentes al respecto.

El LP El Computador Virtuoso se editó en 1973 con un tiraje de 5.000 ejemplares que según Asuar, se agotó rápidamente. En una de sus caras se ilustran las posibilidades sonoras, timbrísticas y rítmicas de los sonidos electrónicos controlados por computador y la otra cara, contiene 6 piezas del repertorio «Clásico» que son interpretadas por el sintetizador con las instrucciones de ejecución que le entrega el computador.

El siguiente paso que da Asuar en su desarrollo de la informática como instrumento musical, es la construcción de un computador exclusivamente dedicado a aplicaciones musicales. Este proyecto se vio coronado en 1978 con su COMDASUAR acrónimo de Computador Musical Digital Analógico Asuar, el cual entre sus principales características contaba la posibilidad de «reproducir cualquier partitura musical en forma automática, sin necesidad de intervención humana. También es polifónico (seis voces), absolutamente afinado y sincronizado, con libre elección de colores o timbres para cada voz. Además el instrumento puede desarrollar programas heurísticos y proponer ideas musicales, basadas en probabilidades sonoras o en juegos musicales [6]». El sistema consistía en una unidad central que podía ser conectada a una pantalla de televisor o similar, un teclado de tipo máquina de escribir (teclado actual de computador) para ingresar los datos y controlar el sistema. También contaba como periférico la posibilidad de grabar instrucciones específicas como ampliación de memoria RAM en cintas de casetes.

Para poner en perspectiva este computador, digamos que bajo la forma de un computador actual, este podía sintetizar sonidos de hasta seis voces simultáneas, controlar instrumentos electrónicos periféricos, interpretar «partituras», realizar procesos de composición asistida y de lo que hoy llamaríamos inteligencia artificial, al poder tomar decisiones por sí solo en cuanto a proposiciones de ideas musicales. Anotemos también, que en fórmulas equivalentes, Apple lanza su primer computador en 1976, el que consistía básicamente en una placa madre que el propietario debía ensamblar a los periféricos. IBM lanza su primer computador de escritorio en 1981 y el primer Macintosh, dotado de pantalla, teclado y mouse, aparece recién en 1984. El primer computador comercial con una vocación esencialmente musical, que puede compararse al Comdasuar, son los Atari de la serie ST, comercializados recién en 1985, pero que solo secuencian en MIDI, no sintetizan sonidos. Por último, consideremos que la más potente estación de informática musical de la década del ochenta es la 4X, desarrollada por Giuseppe di Giugno en el Ircam en 1983, y el Syter (Systéme en Temps Réel), creado en 1984 en el GRM. Cuando Asuar dice en el artículo donde describe este computador, que este es único en su género, tiene toda la razón. No existía en ese momento en el mundo otro aparato equivalente.

El COMDASUAR no solamente era entonces un computador musical, un nuevo instrumento musical, como lo concibe Asuar. Sino también un completo laboratorio de electroacústica construido alrededor del computador, donde todo era conectable con todo y controlable desde el computador. Esta idea se adelanta en varios años a la configuración tipo del laboratorio de hoy día. Es pues en este estudio donde Asuar trabajará durante los próximos años y todas las piezas creadas en él llevarán como subtitulo «Comda» más el número de ella en el orden en que ha sido compuesta.

El primer resultado de esta investigación, realizada con medios personales desde su salida de la Facultad de Artes en 1975, fue el LP Así habló el Computador editado en 1979, de factura similar al anterior: es decir una muestra de las posibilidades de hacer música por computadores.

Hasta 1989 Asuar continúa desempeñándose como ingeniero en ENTEL y componiendo en su estudio personal donde al COMDASUAR, agrega diversos periféricos. Algunos de producción comercial como sintetizadores FM y otros. En este año compone las 4 Piezas Instrumentales, última obra de su catálogo y se retira completamente de la actividad musical.

Durante más de una década y salvo alguna entrevista concedida al magazine Zona de Contacto, no se tuvo noticias del paradero de José Vicente Asuar, quien comienza a alternar su residencia entre España y Chile. Sin embargo a partir de 2003 un grupo de compositores chilenos comienza a redescubrir y valorar su legado. En Octubre de ese año se realiza un concierto con sus obras dedicado a celebrar su 70 aniversario, aunque no fue posible contar con su presencia. Sin embargo ya para 2006 se había establecido una relación entre Asuar y este grupo de compositores alineados en la Comunidad Electroacústica de Chile. Ese año y como parte de la celebración de los 50 años de música electroacústica en Chile, se invita a Asuar a realizar una charla y concierto en el Festival Internacional de Música Electroacústica de Bourges, Francia. En 2010 se le realiza un homenaje en el festival Ai-Maako y Asuar presenta sendos conciertos con sus obras en Santiago y Valdivia.

Al año siguiente el sello Pueblo Nuevo Netlabel, en conjunto con el Laboratorio Arcis de Informática Musical y gracias al financiamiento del Fondo de la Música Nacional, se publica el triple CD Obra Electroacústica, que incluye el conjunto de las composiciones electroacústicas de J. V. Asuar. Trabajo realizado en conjunto con el compositor y que permitió apreciar la integralidad de su trabajo como creador. A esta nueva visibilidad y justo reconocimiento de la obra de Asuar, se suma en el documental Variaciones Espectrales (2013), dirigido por Carlos Lértora el que obtiene diversos premios nacionales en tanto documental.

En los últimos años de su vida, si bien Asuar no vuelve a componer, si participa de diversas actividades públicas como charlas, conciertos y entrevistas. La última de ellas, ocurrida poco antes de su fallecimiento, fue la donación al Archivo de la Música Nacional, de varias de sus partituras de obras instrumentales compuestas principalmente durante su juventud.

José Vicente Asuar fallece en Santiago de Chile el 11 de Enero de 2017.


Referencias

[1] Asuar, José Vicente. « Comment je l’ai fait et pourquoi ». Documento presentado al Simposium Innovation et Création Musicales : Refus de l’Utopie. Bourges. Francia. 1991.

[2] Asuar, José Vicente. Recuerdos. Op.Cit.

[3] Ibid.

[4] Asuar, José Vicente : Haciendo Música con un Computador. RMCh N° 123-124 Año XXVII. Julio-Diciembre 1973

[5] Ibid.

[6] Asuar, José Vicente : Un sistema para hacer música con un microcomputador. RMCh N° 151 año XXXIV.